La familia es un elemento fundamental y crucial en nuestras vidas. Desde pequeños, nos proporciona cuidados, cariño, educación, favoreciendo así el desarrollo y maduración para ser capaces de afrontar y solucionar situaciones de todo tipo a lo largo de nuestro proceso evolutivo.

Las relaciones de la familia

Como todo tipo de relaciones, la familia,  nos aporta beneficios, pero también pueden surgir problemas o dificultades porque cada uno de los miembros que componen la familia puede tener caracteres, gustos y puntos de vista distintos. Además que no siempre, es fácil llegar a acuerdos y respetar las decisiones o normas para poder funcionar adecuadamente.

Los conflictos suelen ser inevitables en cualquier familia. En general nos ayudan a saber resolver problemas y aprender a adaptarnos, por lo que no siempre son negativos. Sin embargo, en ocasiones, no sabemos cómo resolver éstos conflictos y pueden provocar un gran malestar y serias dificultades. Cuando es así, es necesaria una intervención psicológica centrada en la familia, que tenga en cuenta las necesidades particulares de cada miembro.

La terapia familiar es necesaria

 Sobre todo en aquellos casos en los que:

  • Las relaciones de la familia se han visto tan deterioradas que los miembros se encuentran afectados por ellas. Tales como problemas de comunicación, faltas de respeto, agresividad. etc.
  • Cuando alguno de sus miembros, necesita apoyo y ayuda. Esto debido a tener  dificultades personales (discapacidad de uno de sus miembros, aparición de una enfermedad física o psicológica, adicciones, separación de la pareja de los hijos y vuelta al hogar, etc.).
  • Para prevenir problemas futuros. Esto se trata de saber cómo actuar para promover unas relaciones saludables con nuestros hijos a cualquier edad, prevenir problemas en la adolescencia, acogimiento familiar o adopción, cuidado futuro de personas mayores, trabajar en negocios familiares, etc. Se trata de prevenir o adelantarse a problemas futuros.

Los problemas familiares abarcan tanto a la familia nuclear (padres e hijos) como a los vínculos con los abuelos, tíos, exparejas, hijos de otras relaciones nuestras o de la nueva pareja, familia política, etc.

Por otra parte, los problemas económicos, tener un negocio familiar o trabajar la familia en la misma empresa, estar desempleado, son factores que pueden contribuir a que surjan conflictos en el seno familiar. De igual forma, los aspectos sentimentales, el cuidado de personas mayores y niños, la adolescencia de los hijos son, frecuentemente, fuente de problemas.

Muchos causas de adicciones comienzan cuando no hay una adecuada terapia familiar a tiempo. Si estás en una situación como esta, nunca es tarde para comenzar a solucionar los problemas. ¡Agenda una hora con nosotros!